Hotel Rural Picos de Europa - Posada de Valdeón, León

Maria

Si buscas un lugar para desconectar, descansar y disfrutar de la naturaleza, este es tu sitio. La ubicación es perfecta para los amantes de la montaña ya que desde el propio pueblo salen muchas rutas por lo que ni siquiera tienes que coger el coche.

Las habitaciones son acogedoras, limpias y con camas muy cómodas que te garantizan un descanso reparador después de una buena caminata.

Pero lo que realmente hace especial a este hotel es su personal. Tuvimos un contratiempo durante nuestra estancia, y les faltaron manos para ayudarme. Afortunadamente todo quedó en un susto pero siempre les estaré eternamente agradecida por todo lo que hicieron.

Y por supuesto, ¡volveremos pronto! 💖

Elena V. P.

Estuvimos el primer fin de semana de apertura y no pudimos estar más cómodos. Se encuentra a menos de 5 minutos andando del pueblo y a menos de 10 de Soto.
Las habitaciones son sencillas y las vistas eran pura naturaleza, el principal sonido pájaros y el río, sin duda un gran lugar para desconectar, y los dueños, unas personas súper cercanas que nos facilitaron y ayudaron en todo. Tambien disponen de cabañas independientes, no las vi por dentro pero tenían muy buena pinta.
Desayuno casero.
Nos acabamos de ir y ya tengo ganas de volver.

María G. P.

Isabel es encantadora. La ubicación del hotel es genial porque no está en el centro del pueblo como los otros, pero en menos de 5 minutos andando estás allí. Esto que que sea más tranquilo y tenga zonas verdes al aire libre para relajarte.mas en armonía con el entorno, junto al río. Desde el mismo hotel puedes hacer alguna ruta de senderismo.
Las habitaciones son sencillas pero decoradas con delicadeza; la limpieza es excelente, las camas son comodísimas. El baño es más antiguo pero la dueña está renovada, todo funciona perfectamente y está impoluto. Estoy súper contenta de haber tomado la decisión de quedarme más de una noche!

Adri M.

Un hotel precioso tanto el exterior como todo el interior, parece que estas en una casa más que en un hotel. El personal ofrece un trato cercano, amable y familiar, nos trataron de 10 durante el tiempo que pasamos allí. Los desayunos son abundantes, con buenos productos y una atención de lujo. Puedes además dejar el coche aparcado en el recinto. Repetiremos seguro en futuras visitas.

Rafael G.

Hemos pasado tres noches en este alojamiento y nos hemos ido contentos. La cama nos ha parecido buena, la habitación muy correcta y limpia y el servicio del hotel muy atento con un par de cosillas que comentamos que había que subsanar, un molesto ruido del somier y otro de la puerta del baño. ||Sin ninguna duda, de todo el personal el que más se hace querer es Félix. Un abrazo fuerte y a seguir escalando muchos años más. Por cierto, no os perdáis su toque maestro con los Barceló cola.

Jose M. L.

Disfrutamos de una de las cabañas durante 3 noches, coincidiendo con la edición de la Transvaldeonica 2022, mi pareja y mi bebé recién nacido. El emplazamiento es inigualable, dispone de piscina con unas vistas de la montaña preciosas. El trato por los dueños fue excelente. Recomendable 100% Volveremos sin duda lo antes posible.

Jose M. A.

Estuvimos alojados dos días. El edificio está situado a la entrada del pueblo, siendo un paraiso de tranquilidad. La habitación estaba bien, la cama cómoda y la habitación que nos tocó, la 11, tiene muy buenas vistas. Tienen una zona acristalada con vistas a los picos que en otoño /invierno se tiene que esstar muy bien.El personal es amable y conoce la zona. Lo mejor, el desayuno, abundante, zumo natural, embutido (la cecina muy buena), mantequilla que hacen en el pueblo, pan tostado (si ya hubiese sido de hogaza de esas de "pueblo" la leche), mermelada y bizcocho casero muy bueno. Te quedas como un señor. ||Recomendado.

Gio T.

Nuestro sitio favorito de descanso desde hace años. El lugar es precioso, tranquilo. Siempre nos hospedamos en una de las cabañas para estar aún más en medio del verde con el único ruido de los pájaros y del río. Además relajarse en la piscina viendo las montañas no tiene precio. Gracias a Isabel y Félix que hacen que todas las estancias sean inolvidables.