Hotel Presa - Riaño, León

Alejandro

El hotel está bien, pero tiene un mantenimiento y servicio nefasto.

Las vistas son una pasada, y eso es lo único destacable del hotel.

Lo primero que nos encontramos en la habitación fue un restregón de 💩 en el bater, perfecto indicador de la limpieza que hay en el lugar. La cosa no mejora, telarañas y polvo en cualquier hueco, toallas super viejas y destrozadas, espejo del baño con restregones...

Por último, destacar que no nos hicieron la habitación al día siguiente, ni limpieza ni hacer la cama. Lo puedo intentar justificar con que llamarnos una vez, en la que nos encontramos en la habitación, y poco después nos fuimos, mientras que la limpiadora seguía en la misma planta.

Estibaliz R. A.

Pongo una estrella porque la comida estaba rica, en nuestro caso pedimos el mix de croquetas y el chuletón. Pero casi nos vamos sin comer. Nos sentaron en la mesa cogen la comanda y después de media hora larga sin traernos nada ni tan siquiera los platos se acerca y me dice que tengo que esperar que hay mucho lío, le pregunto si va a tardar mucho más porque sino me voy. Y el camarero se puso súper grosero alzando la voz y por supuesto yo no me quedé atrás. Estaban todas las mesas esperando una media de 40 minutos entre plato y plato y nosotros ni el pan teniamos para engañar al estómago, además se fue y cuando volvió nos puso las croquetas de muy malas formas y refunfuñando diciéndome como que me tenía que aguantar. En la mesa de la lado además de tardar les llevaron un segundo plato mal y no se lo quisieron cambiar. La verdad que el servicio y la atención al público ha sido pésimo desde luego no lo recomiendo y estoy segura que el resto de mesas que tenía a ami alrededor tampoco. Una pena porque la comida estaba rica. Sólo se que llegué a las tres, me sentaron a las tres y media y las croquetas me las sirvieron a las cuatro y media ...

Irene R. C.

Hemos venido dos personas con perro a comer. Comedor espacioso. En ningún momento nos pusieron pega por el perro, al contrario, nos trajeron agua y comida para el. Nos pedimos el cachopo leonés, buen sabor y cantidad. Rápidos y trato amable. Recomendable.

José B.

No puedo opinar del hotel, nosotros fuimos a cenar.
El restaurante? De 10.
La chica joven (Isabel) y el camarero muy educados, profesionales y atentos. Servicio 10.
La comida muy generosa, precio más que aceptable y deliciosa.
El local es precioso, muy rustico y acogedor.
Nos consta que dejan pasar animales y eso también es un plus.
Si volvemos a visitar el lugar, cenaríamos de nuevo.
Muchas gracias a toda la familia.

Carmen B.

Entramos a comer a las 15:30 y salimos a las 18:30. Nos ha dado igual venir con niños que no, que se han ido a medio comer con tanta espera. Del postre y el café ni hablamos, la paciencia no ha dado para más.
Lentitud,el trato amable justo y unos por otros la gente esperando.
Para no volver, qué pena!

ugaitz S. D. L.

Una experiencia muy desagradable. Empezando por el trato que dejo mucho que desear, podrían haber sido más amables y expresivos. La cena prometía por lo que ponía en la carta, pero cuando te traían los platos no era lo que te esperabas. Ni en calidad ni en sabor ni en limpieza de la vajilla sin hablar del precio.
En cuanto al hospedaje estuvo bastante bien aunque había detalles para mejorar.

Elena B.

La habitación un poco ochentera, pero no está mal. La ubicación, fantástica. El servicio, menos cien. Mal educados, bordes, haciendo ruido (los propietarios o responsables del hotel) hasta las 23h y si te quejas, se encaran contigo. Desde luego, no vuelvo.

Brenda V.

Mi experiencia en el hotel Presa ha sido muy buena. Vinimos un grupo a pasar una noche para poder ver Riaño, y a grandes rasgos nos ha encantado el hotel. Las habitaciones muy acogedoras y limpias. El personal super amable, la dueña una persona encantadora y, en todo momento se preocuparon si todo estaba bien. Las comidas una pasada, era menú cerrado: por la noche nos pusieron de primero sopa de verduras, de segundo tortilla con ensalada y de postre flan (casero), en el desayuno variado, fruta, magdalenas, fiambre e incluso rosquillas (caseras) y para comer nos pusieron unos callos y una carne estofada y de postre, brazo de gitano (casero también). En resumen, la comida riquísima, de 10 toda hecha con mucho cariño, y eso se nota. Además, podíamos repetir lo que quisiéramos, mucha hartura que ahora ya no se ve habitualmente. Los camareros, nos atendieron genial tanto en el desayuno, en la comida y en la cena (que son camareros distintos) interactuaron con todo el grupo. Para finalizar la ubicación…sin palabras. Un sitio de postal. Todo de 10. Muy recomendable para pasar unos días.